Beneficios

Mayor cantidad de direcciones

Las direcciones IPv4 poseen una longitud de 32 bits que genera un rango total de 4.294.967.296 de direcciones IP de las cuales una buena parte no es utilizable, debido a que existen grandes espacios de bloques reservados para usos específicos que restan direcciones IP realmente disponibles. Esto no alcanza para asignar una IP a cada usuario conectado a Internet hoy en día, y si sumamos el hecho de que muchos de ellos poseen más de un equipo, y que hay muchísimos dispositivos más que necesitan direcciones para poder conectarse a la Red - como cámaras de seguridad o dispositivos IoT - ese límite se vuelve mucho más imponente. 
IPv6 ofrece un límite mucho mayor. Al tener una longitud de dirección de 128 bits, la cantidad de direcciones disponibles pasa a ser de 340 sextillones, lo que equivale a más de 660 mil trillones (6,6 x 10^23) de direcciones por cada cm2 de superficie en la Tierra.

Crecimiento de Internet 

La cantidad de direcciones que hoy ofrece IPv4 no es el único límite para el crecimiento de la Red. La creciente magnitud de dispositivos que día a día se suman a Internet no solo necesita ancho de banda y direcciones IP sino que también requiere de cientos de puertos para que las distintas aplicaciones - correo electrónico, home banking, streaming de video y música y juegos, entre otros - puedan funcionar correctamente y sin superponerse. Al depender de soluciones como CGNAT (Carrier Grade NAT), un modelo de NAT a gran escala IPv4 que entrega una cantidad determinada de puertos, se apunta a una red con pocos usuarios que a su vez no podrán utilizar todas las aplicaciones al mismo tiempo o que tendrán la incomodidad de acordarse de desconectar una aplicación para utilizar otra.

Eliminación del NAT

NAT (Network Address Translation, o en castellano Traducción de Direcciones de Red) es un mecanismo que, a grandes rasgos, habilita que redes de dispositivos utilicen un rango de direcciones especiales (IPs “privadas”) y se conecten a Internet usando una única dirección IP (IP Pública). Esta tecnología permite amortizar la escasez de direcciones IPv4 al permitir que, por ejemplo, todas las computadoras de una oficina, o todos los móviles conectados a una red WiFi hogareña, utilicen una sola dirección. La gran desventaja es que esta traducción agrega complejidad a todo el proceso de ruteo.
Al implementar IPv6 deja de ser necesario utilizar direcciones privadas para luego traducirlas a la única IP pública disponible. El enorme espacio de direcciones disponible nos permite que cada dispositivo tenga su propia IP visible desde Internet, y que no haya que traducir o alterar ni el origen ni el destino de la transmisión de paquetes de información.

Para el desarrollo de IoT

Sin el despliegue de IPv6, la evolución del conjunto de tecnologías que se conoce como Internet de las Cosas se vería seriamente afectado. Se estima que para 2020 el número de dispositivos IoT conectados será de más de 30 mil millones, un número mucho mayor a la capacidad de direccionamiento disponible en IPv4. Más allá del hecho de superar esta barrera, la posibilidad de autoconfiguración y de comprimir encabezados de dirección presentan grandes ventajas que IPv6 aporta a IoT. Por otro lado, restricciones de memoria en estos dispositivos implican que frecuentemente sea obligatorio escoger IPv4 o IPv6, problema que atenta contra mecanismos de transición basados en la doble pila. Por todo esto la IETF (Internet Engineering Task Force) encargada de definir por consenso los protocolos a utilizar, se ha enfocado casi exclusivamente en IPv6 en lo que refiere a Internet de las Cosas.

Transición

El diseño de IPv6 habilita una transición “suave” desde la versión anterior del protocolo. No hay un modelo de migración para pasar de una versión a otra en forma abrupta sino que existen muchos mecanismos desarrollados para ayudar a la convivencia con IPv4.
Frente al problema de que el despliegue gradual de IPv6 no se dio como se esperaba - de hecho se estimaba que se realizaría antes del agotamiento de IPv4 y ya nos encontramos en la última fase del mismo - estos mecanismos de transición (como NAT64/DNS64, 464XLAT o MAP-E y MAP-T) tienen hoy en día una relevancia incluso mayor.

Autoconfiguración

Un objetivo importante para IPv6 es ser compatible con el nodo Plug and Play. Es decir, ofrece la posibilidad de conectar un nodo en una red IPv6 y hacer que se configure automáticamente sin intervención humana. Esto se realiza gracias a la Configuración Automática sin Estado, o SLAAC (Stateless Address Autoconfiguration), sin ningún tipo de servidor que mantenga la información de la dirección de red.